lunes, 21 de diciembre de 2009

Hoy me cruzo con una nota muy particular, un custodio de un predio de una antena de telefonía en Lugano fue atacado a golpes y rociado con nafta, para no robarle nada.

Estoy bastante seguro que esto no va a aparecer como un caso de inseguridad por ningún lado, no va haber ninguna marcha vecinal por esto. Tampoco a nadie se le va a ocurrir decir que esto es inseguridad jurídica, cuando hasta podría serlo.

Hay muchas razones para que ello no suceda, como no hubo "víctimas fatales" a la opinión pública mediática le importa poco lo que haya pasado, pero también podemos suponer que otras cosas hacen que esto no preocupe a nadie, y no se llame inseguridad. Algunos extractos de la nota:

"cuando volvía a su puesto, antes de ingresar el predio, fue sorprendido por tres personas que descendieron de un auto importado con vidrios polarizados."

Todos sabemos que los pibes chorros no viajan en autos importados con vidrios polarizados. No hay de que preocuparse, esto no es inseguridad.
"Segundos después, los agresores le mostraron un encendedor y amenazaron con prenderlo fuego, al tiempo que le decían 'levantá la denuncia porque te vamos a matar a vos y a todos los negros que están haciendo lo mismo'."
Todos sabemos que los negros son los malos, algo habrá hecho. No hay de que preocuparse, esto no es inseguridad.

Hay una idea muy arraigada que es que la persona que hace mal es dañina "de alma", casi como algo constitucional e inmodificable. De ahí que hay que castigar más fuerte, para vengarse del hijo de puta que es malo, malo. La pobreza y las situaciones desesperantes no se consideran como un aliciente, ni siquiera se ponen en la ecuación de alguna manera.

Tres personas que se bajan de auto importado, golpean a un cuarto, lo rocían con nafta y amenazan prenderlo fuego mientras le piden que levante una denuncia no le da miedo a nadie. No es un hecho de inseguridad. Porque inseguridad es que la clase media tenga un miedo infinito a circular con auto cerca de la pobreza (que es mala, mala), pero no que un laburante sea amenazado de la peor manera por empresarios bien. Esa es la inseguridad de los pobres, la que no le importa a TN, La Nación o Canal 26. La que no se llama inseguridad y no le da miedo a nadie, y la que puede ayudar a explicar la violencia de algunos hechos delictivos que sí le dan miedo a toda esta gente.

6 comentarios:

Joaquin dijo...
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S.F. dijo...

Lo puedo difundir?

Vendría bien que algunas personas abran un poquito los ojos...

ado dijo...

Chispa, es un blog, está colgado de la web, haga lo que le parezca.

Lau dijo...

muy bueno el post Ado, justo ayer estaba pensando en "la inseguridad" a partir de una pregunta a mi flia en Uruguay acerca de si en Buenos Aires había inseguridad como se mostraba en la tele o no, más allá de lo discutido en el momento, me quedé pensando y me surgió la pregunta de por qué llamarlo "inseguridad", por qué se habla de inseguridad y no de delincuencia por ejemplo, entonces pensé que si hablamos de delincuencia podrían entrar en la referencia todos los políticos corruptos que roban al estado, quienes son también delincuentes entonces, luego pensé bueno por qué no llamarlo violencia o violencia urbana por ejemplo, y pensé algo similar, porque en los hechos de violencia podrían entrar éstos como el que vos señalás o las represiones policiales a manifestantes por ejemplo, en cambio con la palabra inseguridad como vos muy bien señalás la clase media y alta es siempre víctima nunca ejecutora,me da la sensación si se me permite la analogía de que en el discurso de la inseguridad ésta se parece al virus del SIDA, parece ser un mal que "nos afecta a todos", que no tiene cura, por lo que sólo podemos ofrecerle al agente externo distinto de nosotros que la causa un par de cócteles de mano dura para tratar de mantener la calidad de vida actual el mayor tiempo posible...

ado dijo...

Fijate Lau que tampoco se habla de evasión impositiva como un delito, pero sí de corrupción del funcionariado público. Otra vez no se habla de delito o corrupción cuando alguien paga una coima, sino cuando se la cobra. Y por último, se presume que los empresarios o los ciudadanos no son corruptos, porque ese es un adjetivo que sólo se usa para los funcionarios, poniendo ese delito en otro lado, y no en todos los lugares dónde debe estar.

Hay una lógica perversa atrás de todo esto, pero que se apoya en consideraciones de sentido común muy fuertes (y que yo creería, a esta altura, indiscutibles) como que robar o matar son acciones muy negativas, casi delitos contra la sociedad misma.

Lau dijo...

muy interesante lo que decís respecto al delito Ado, coincido en que es un problema de sentido común. No creo que sea indiscutible pero sí considero casi como una intuición (me refiero a que no tengo ninguna referencia teórica aún de lo que estoy diciendo, empecé a leer el libro de Damasio, El error de Decartes, probablemente ahpi encuentre algo) que el sentido común tiene un arraigue emocional, y es eso lo que le brinda su mayor eficacia adaptativa, se podría decir, pero también su mayor inflexibilidad y nos recuerda q si queremos transformar esas consideraciones, opiniones de sentido común, el trabajo es mucho más profundo q el mero intercambio de un discurso, de una opinión por otra, debemos trabajar con nuestras propias emociones que son la base de aquello que pensamos u opinamos. besos!